NEGROLEO

Indefectiblemente ser victima es una necesidad, todo ser humano siente esa imperiosa necesidad de "sentirse victima", de ser reconocido por la hidalguía de estar soportando una injusticia, de ser "mimado", "consentido" y tenido en cuenta por esa situación de desigualdad soportada debiendo afrontar las injustas consecuencias.... puro verso... Acá las victimas son las menos, en general me atrevería a decir que casi no hay victimas, y que he conocido muy pocas en mi vida. Generalmente la situación de injusticia o iniquidad en la cual se sitúa la "supuesta victima" es generada por sus propias acciones y en respuesta a su propia conducta. Uno tiende a pensar que nadie buscaría situarse en una situación desfavorable solo por le hecho de "sentirse victima", razonamiento este que es correcto, pero el tema es que ubicarse en esa situación responde a una conducta (generalmente) irresponsable o no razonada, la cual es confundida generalmente

Las cosas profundas del corazón, son esas que uno intenta decirlas sin palabras, que las trata de transmitir a través de la mirada, de la sonrisa, del mínimo contacto que se pueda dar con esa persona destinataria de esa catarata de emociones. Decir te amo es simple, es fácil, cualquier trasnochado dice te amo, el tema es sentir. Es una ingenuidad mayúscula descansarse en la conocida frase “no te preocupes, si es para vos ya te va a llegar...” o “lo que no es para uno, no es para uno”.... no señores no se confundan oportunidad con destino. El destino no existe, no esta escrito ni pre-digitado por nadie, el destino es el minuto siguiente al que tu estas viviendo, que es consecuencia directa de este minuto que es el presente. Lo que quizás haga la diferencia es la oportunidad, si en este minuto que estas viviendo no aparece la oportunidad, quizás el “destino” (o mejor dicho el siguiente minuto) no te juntará con ese resultado deseado, y en este caso con esa persona querida.